Desconexión

Enlazados unos con otros, un mar en el que no se escoge nadar. De pronto me he encontrado con la interrogante de plantear en este espacio las reflexiones referentes a mi propia subjetividad o, lo que parece algo de mayor alcance interpersonal, al mundo en general. Si elijo hablar sobre lo que yo creo, estaría cayendo en el egoísmo que caen cientos de talentosos escritores que limitan la reflexión y la filosofía a las experiencias personales del mundo, en el fondo, reflexionar en base a mis propias experiencias sería una autobiografía que, si bien puede ser útil para alguien que viva experiencias similares, carecería de una base sólida que nos permita demostrar empíricamente (y colectivamente) su veracidad. Además de escribir lo que pienso, lo que hago y reflexiono, me es necesario establecer una base de la cual partir, alguna afirmación y/o hipótesis que me permita enfocar y guiar este espacio hacia un común acuerdo (si es que es posible lograr algo así) , de todas maneras, encontrar y establecer un punto de partida no es una tarea fácil en un tema tan rico como la reflexión (habrá que ponerse a la búsqueda de uno) si los postulados expuestos en este espacio se extienden a las experiencias colectivas habrá que establecer qué entendemos por auténtico y válido, en el fondo, discutir lo que todos han discutido desde hace millones de años. Mientras encuentro un tema para comenzar y para establecer punto de partida, habrá que pensar inevitablemente en cómo nacen las ideas, a partir de qué, por qué, para qué… cientos de preguntas e incógnitas por resolver, habrá que ausentarse de la realidad para conversar con la mente un momento, la filosofía tiene mucho esperando por nosotros.