Dentro de los márgenes donde nace el Ser-Ente se encuentra una infinitud de problemas, pensamientos, reflexiones, acotadas y temporales respuestas que calman la sed del humano por conocer lo que no se posee ni se conoce. Una episteme violada según los principios y dogmas del ser externo puede provocar una tormenta en la subjetividad del ente que no razona, actúa. Homo-Sasser en una actualidad donde la racionalidad ya no se enfrenta a lo subjetivo, la propiedad privada toma el volante y los actos constituyen los hechos de una realidad compartida que no acoge, encierra. Dentro de la privacidad y lo compartido encontramos filosofía que no se expresa, filosofía valiosa y tímida que carece de un espacio en una sociedad que, privilegiando la vida en soledad, contradice los postulados de Aristoteles y nos hace dudar la veracidad y existencia del ser social. Es sólo un espacio donde expresar no la historia de la filosofía, no las explicaciones de libros ni los pensamientos ajenos, quizás un espacio que fomente la soledad, pero que más allá de derrumbar creencias, motive a pensar y filosofar, en una época donde todo se reduce al hacer. ¿Por qué no hacer-pensar?
* sujeto a posibles modificaciones en la forma de pensar y entender las palabras en un futuro.
* sujeto a posibles modificaciones en la forma de pensar y entender las palabras en un futuro.
